¿Cómo se hace una cata de café?

La cata de café es un proceso en el que se analizan y evalúan las características sensoriales de la bebida.

A través de la cata, podemos apreciar los diferentes perfiles de sabor, los aromas y las características físicas del café. A continuación, te presentamos los pasos fundamentales para llevar a cabo una cata de café.

Preparación del entorno

Para realizar una cata de café, es importante crear un ambiente propicio. Busca un lugar tranquilo, libre de olores fuertes o distracciones que puedan afectar tu capacidad de percibir los aromas del café.

Además, asegúrate de contar con los utensilios necesarios, como tazas de cata, cucharas de cata, agua mineral y posiblemente una hoja de evaluación para tomar notas.

Selección del café

Elige cuidadosamente los cafés que vas a catar. Puedes optar por una selección de diferentes orígenes, variedades o perfiles de tostado para apreciar la diversidad de sabores y aromas.

Asegúrate de utilizar café recién tostado y molido para obtener los mejores resultados.

Evaluación visual

Observa el aspecto físico del café. Examina su color, brillo y claridad. Vierte una pequeña cantidad de café en la taza de cata y muévela suavemente para evaluar la viscosidad y la formación de crema.

Toma nota de tus observaciones visuales.

Evaluación aromática

Acércate a la taza de cata y huele profundamente. Intenta identificar los diferentes aromas presentes en el café, como notas florales, frutales, especiadas, terrosas o tostadas.

Puedes inhalar el aroma directamente de la taza o agitar suavemente la taza para liberar los aromas.

Evaluación del sabor

Toma una pequeña cantidad de café con una cuchara de cata y realiza una aspiración para airear el café en tu boca. Permítele que se extienda por toda la lengua para captar los diferentes sabores.

Presta atención a la acidez, el cuerpo, la dulzura, el amargor y cualquier otro sabor característico que percibas. Trata de describir los sabores y cómo se desarrollan en tu paladar.

Evaluación del final

Observa el final o retrogusto del café, es decir, los sabores que persisten después de tragarlo.

Puedes evaluar la duración, la intensidad y los matices de los sabores finales. Determina si hay algún sabor residual agradable o desagradable.

Anotaciones y comparaciones

Durante todo el proceso de cata, toma notas detalladas de tus observaciones. Puedes utilizar una hoja de evaluación o simplemente escribir tus impresiones.

Si estás realizando una cata comparativa con diferentes cafés, compara los perfiles de sabor, los aromas y las características para encontrar tus preferencias personales.

Recuerda que la cata de café es subjetiva y cada persona puede tener diferentes percepciones y preferencias.

La práctica regular y la exposición a diferentes cafés te ayudarán a desarrollar tus habilidades de cata y a afinar tu paladar para apreciar plenamente la complejidad del café.

¡Disfruta del proceso y explora la diversidad de sabores que el café tiene para ofrecer!